Aún hay tiempo para rectificar

Estás ante una de tus playas favoritas, y no imaginas ni por un instante que dichas aguas tan azules e impresionantes, tienen una enfermedad invisible, que se llama “plástico”. Yo no sé a vosotros, pero a mí me impactaron las imágenes de uno de los reportajes de “El Escarabajo Verde”, llamado “Sopa de plástico”, forma metafórica de definir a nuestros actuales mares y océanos; en el que el cadáver de un ave marina totalmente descompuesto estaba lleno de tapones de plástico, encendedores, y otros diminutos trozos de dicho material, que el animal había ingerido pensando que se trataba de alimento.

Atrás han quedado aquellos tiempos en los que botellas así como otros envases eran de cristal, y se reutilizaban por las empresas. Recuerdo cuando sólo era un niño e iba a la tienda con un casco para devolverlo y allí me daban un duro a cambio del mismo. Luego yo sabía que ese envase de cristal pasaba por un proceso de limpieza y se volvía a rellenar con refresco, vino, cerveza o leche. Creo que el inventor de la expresión “usar y tirar” no fue consciente del daño que la misma iba a hacer a nuestro mundo. Estamos ante un sistema de consumo, en el que todo es de usar y tirar. El problema es que todo lo que tiramos va a parar en su mayor parte al mar y al océano. Una bolsa de plástico la usamos diez minutos para llevar la compra y nuestro planeta tarda más de cuatrocientos años en conseguir que dicha bolsa desaparezca; con lo cual, cada vez que tiramos un plástico estamos dejando una herencia “preciosa” a nuestras próximas cuatro generaciones.

Esa playa que tantos placeres nos concede tomando el sol, surfeando sus olas, buceando, pescando, navegando, etc., no merece que le paguemos con esta moneda, realmente tenemos que pasar a la acción. El problema no se localiza en un determinado país u otro, el problema es global, pues las corrientes marinas son las que mueven dicho plástico. Dicho plástico mata a miles de animales de distintas especies cada día, especies que desaparecerán si no se hace algo para evitarlo.

Como las corrientes marinas tienen siempre el mismo comportamiento y están más que estudiadas, aquí es donde un joven holandés de 19 años ha inventado un sistema viable que podría limpiar el plástico de nuestros mares y océanos. Todo empezó un día que Boyan Slat buceaba con sus amigos en Grecia, y viendo más plástico que peces, empezó a darle vueltas al tema. Su idea es sencilla: en vez de ir en búsqueda del plástico, porque no esperar a que el plástico venga hacia nosotros, sin necesidad de producir energía adicional. Propone la creación de una barrera flotante que vaya capturando el plástico que, gracias a las olas y corrientes, deriva hacia una plataforma donde se almacena para luego ser llevado por barco a reciclar. Con su asociación The Ocean Cleanup, que cuenta ya con unos 100 voluntarios, presentó un estudio de viabilidad que fue avalado a nivel técnico y económico por un grupo de 70 expertos. Gracias a su campaña en las redes sociales, The Ocean Cleanup ya ha recaudado más de 2 millones de dólares, lo cual le debería permitir realizar el experimento a gran escala, en la gran mancha de basura del Pacífico.

Os invito a visitar su página web www.theoceancleanup.com pero no sin antes ver íntegramente las dos partes del reportaje de El Escarabajo Verde, antes mencionado. Cuando estás totalmente triste de ver lo que estamos haciendo con nuestros mares y océanos, ver el el vídeo realizado por la asociación “The Ocean Cleanup” es esperanzador, da buen rollo y te hace sentir que los humanos aún podemos darle la vuelta a todo el mal que hasta ahora hemos hecho a nuestro planeta. Si los gobiernos de cada país, la ONU, los responsables de la Unión Europea, aprobasen leyes en las que cada Estado debiera invertir dinero en utilizar este sistema, los océanos y mares volverían a ser los de antes, y nuestras generaciones posteriores no encontrarían un basurero sino una playa limpia y agradable, una playa que te hace feliz y fluir en tu vida. Pero todo esto no es posible, sino parte de cada uno de nosotros. Por favor, colabora desde tu individualidad en hacer algo colectivo, apoyemos la iniciativa de Boyan Slat en limpiar los mares y océanos.